jueves, 16 de diciembre de 2010

David

Hola soy un chaval de 28 años nacido en Jaén, y desde el modulo 1 U.T.E. de la prisión de Jaén II os quiero contar mi experiencia con el consumo de drogas (cannabis y marihuana).
Yo no vengo de una familia problemática, ni de un barrio “chungo”  y nunca he tenido ningún problema con la justicia. No he sido una persona precoz ya que me fume el primer cigarro y probé por primera vez el alcohol con 18 años, en mi cumpleaños.
El primer porro lo probé con 19 años y fue con unos colegas en la fiesta de la primavera de mi pueblo, la verdad que mi primera sensación no fue buena, porque me maree y empecé a toser, pero al rato parece que hizo su efecto y me dio por reírme y decir tonterías, ese día decidimos entre los colegas que para fiestas como Navidad, fin de año, romería, etc. pues buscaríamos la forma de fumarnos un porro.  Hasta ahí iba la cosa bien, eso creía yo, pero lo que pasa es que los efectos me gustaban y ya no era para días tan señalados, sino que ya era para cumpleaños , santos, vacaciones etc.  Desde los 18 años estaba trabajando en un sitio bueno y en lo que más me gusta, conservaba mis amigos de la infancia, todo en mi vida era bueno, hasta que con 25 años cometí un acto que tuvo consecuencias muy graves. Por esas fechas también comenzó la crisis y al final perdí el trabajo, y se me juntaron las dos cosas, la pena de cárcel que estoy pagando y lo del trabajo, yo me hundí y no supe afrontar los problemas por mí mismo y me refugie en las drogas.
Yo era una persona que me gustaba arreglarme, comprarme mucha ropa, los mejores móviles, relacionarme con mis amigos de siempre, pero poco a poco se fue perdiendo porque prefería estar fumándome un porro con los colegas antes que hacer otras cosas.
Yo creía que fumando porros se me iban a resolver los problemas, porque como me reía y se me olvidaba porque estaba mal, pero todo lo contrario, porque tenía más problemas añadidos al que ya tenía. Perdí la relación con mis amigos de siempre, la relación con mi familia se distancio, empecé a descuidar mi físico, ya no iba a la ultima en tecnología  y todo era porque la droga aparte de arruinarte como persona, te arruina económicamente, y en los tres años que pasaron desde que ocurrieron los hechos hasta que entre en prisión iba cada vez peor y no sé si hubiera acabado tomando otra clase de drogas, pero por raro que parezca estoy contento por haber dado con este lugar, porque aquí estoy aprendiendo a saber afrontar los problemas por muy grandes que sean por mí mismo, y si veo que me vienen largos apoyarme en mi familia, que esos sí que ayudan, no las drogas que lo único que hacen es destrozarte la vida a ti y a los que te quieren.
Bueno en resumidas cuentas aunque los efectos de las drogas a corto plazo parecen que son buenas estamos equivocados, porque a largo plazo son devastadoras .
Espero que os sirva de algo mi experiencia, muchas gracias y un saludo.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Tabaquismo.

Como todos sabemos, el hábito de fumar es nocivo, ya que provoca múltiples efectos perjudiciales en el organismo (cáncer de pulmón, de faringe, de laringe, impotencia, esterilidad, enfermedades cardiovasculares, etc.).
A pesar de todo ello fumar está muy extendido y arraigado a la sociedad, ya que no ha habido nunca demasiada concienciación del problema, hasta hace bien poco. Hoy en día el tabaco es la principal causa de perdida de salud y muerte prematura en los países industrializados y también en muchos en vías de desarrollo.

La incitación del hábito de fumar suele iniciarse cuando somos niños y tomamos conciencia de nuestro entorno, descubriendo que el tabaquismo esta muy extendido y que los adultos que nos rodean fuman. El modelo de padres fumadores ejerce sobre los niños pequeños una influencia que puede determinar la conducta futura con respecto al tabaco. Lógicamente si un niño ve fumar con naturalidad, difícilmente asumirá después que los adultos le prohíban el tabaco, aunque se le explique que es perjudicial. Posteriormente en la adolescencia otros modelos influyen sobre nosotros: compañeros, profesores, ídolos…. A todo ello hay que sumar la publicidad, directa o indirecta.

El humo procedente del tabaco contiene unas 4000 sustancias diferentes, pero vamos a destacar 4 tipos principalmente:
1.-Nicotina. Es la sustancia más genuina del tabaco, responsable del sabor y de la adicción. Se absorbe rápidamente en los pulmones y se distribuye por la sangre a todo el organismo. Altera el sistema nervioso, aumente la presión arterial, la frecuencia cardiaca, contrae los vasos sanguíneos, disminuyendo la irrigación de los tejidos, incremente la frecuencia respiratoria y modifica la secreción de varias hormonas.
2.-Monóxido de carbono. Es un gas toxico que forma el 36% del humo del tabaco. Dificulta el transporte de oxigeno en la sangre, favoreciendo las enfermedades cardiovasculares.
3.-Irritantes. Provocan diversos efectos perjudiciales sobre los bronquios: aumentan la secreción mucosa bronquial, contraen el diámetro de los bronquios, reducen la efectividad de los mecanismos que limpian las vías aéreas y estimulan la tos, favoreciendo múltiples procesos infecciosos.
4.-Alquitrán y cancerígenos. El alquitrán es un producto viscoso de color negruzco que provoca en nuestro cuerpo una acción cancerígena.

Un fumador puede recuperar sus posibilidades de disfrutar de buena salud, o de mejorarla al menos, si deja de fumar. Abandonar el tabaco significa suprimir un gran factor de riesgo, disminuyendo las posibilidades de enfermar y aumentando nuestra esperanza de vida. Evidentemente lo mejor es no incidirse en el hábito.

Para dejar de fumar es básica la motivación. El primer obstáculo puede ser la dependencia física, ya que la supresión brusca de la nicotina provoca un gran síndrome de abstinencia; también existe la dependencia psicológica, ya que el acto de fumar se asocia con numerosos momentos de la vida cotidiana, como después de comer, de desayunar, etc. El síndrome de abstinencia se caracteriza por malestar general, nerviosismo, mareos, nauseas, vómitos, sudoración, temblores e incluso lipotimias. Para minimizarlo podemos recurrir a los parches o chicles de nicotina, reduciendo poco a poco la dosis si no somos capaces de dejar el tabaco sin ayuda. Para la dependencia psicológica lo importante es motivarse y poner uno de su parte.

DEJAR DE FUMAR:
Existen 3 razones por las que se fuma: algunas personas lo hacen por hábito, otras por dependencia psicológica y los últimos porque son adictos a la nicotina, que viene a ser otra droga. Para dejar de fumar hay que tener bien claro por cual de estas tres razones se fuma.
Hábito.
Significa que se fuma debido a la conexión entre la persona y el cigarrillo, p.ej., cuando se toma un café, se tiene un fuerte hábito de fumar. Después de hacerlo varias veces se asocia tomar café y fumar, convirtiéndose en un hábito.
Dependencia psicológica.
Significa que se fuma debido a que se piensa que fumar es necesario para ayudar a desempeñar actividades cotidianas, como controlar la tensión, mitigar la soledad, o ampliar el placer. Cuando una persona tiene esta dependencia siente que no puede desempeñar este tipo de actividades sin fumar.
Adicción a la nicotina.
Significa que periódicamente se siente el deseo incontenible de fumar y que no se puede estar sin hacerlo por mucho tiempo.

Una forma para determinar el por qué fumamos es mantener un registro de nuestros hábitos de fumador durante 2 ó 3 días. Podemos registrar la hora en que fumamos, qué pasó antes, lo que sentimos y cuánto fumamos. Una vez que conozcamos la razón de nuestro hábito podemos decidir qué método será mejor para dejar de fumar:
A sangre fría.
Significa que dejamos de fumar repentinamente. Si fumamos 2 paquetes de tabaco diarios pasaremos directamente a no fumar nada. La mayoría de los ex fumadores usaron este método.
Disminuyendo.
Es una alternativa gradual para dejar de fumar. Contamos los cigarrillos, y fumamos un número predeterminado menos cada día. Es importante hacerlo en menos de dos semanas para llegar a cero cigarrillos diarios.
Posponiendo.
Posponemos la hora del día para empezar a fumar el primer cigarrillo. No necesitamos contarlos ni enfocar la cantidad diaria a fumar. Cada día empezamos a fumar una hora más tarde, hasta que lo dejemos por completo.
Cualquiera que sea el método escogido, es muy importante recordar que necesitamos seleccionar una fecha para dejar de fumar, y pensar en ella como nuestro primer día como un ex fumador.

Por Paco; interno de la UTE para la revista La Brújula